Un juego de cartas muy simple y directo que nos recuerda a los juegos de cartas que solíamos jugar de pequeños. El nombre lo dice todo, el juego consiste en una guerra, que en este caso, al ser esta en el casino, nos enfrenta a un crupier en lugar de hacerlo a nuestros mejores amigos.
Las cartas tienen un valor de acuerdo con el valor que representan. El jugador y el crupier, cada uno tiene una carta y el objetivo es sacar una carta mayor que la de tu oponente para resultar ganador. Si el resultado es un empate entonces el jugador puede ir a la “guerra”, acto que da nombre a este juego.
Este juego normalmente se juega en casinos y las cartas se sacan de una baraja normal de cartas. El jugador elije una cantidad para apostar y esta se iguala por el crupier (nota: el jugador tiene la opción también de apostar de un 10 a 1 que el resultado será un empate). El jugador y el crupier cogen una carta cada uno y si la carta del jugador es mejor que la del crupier, el jugador gana el dinero. Si la carta del crupier es mejor que la del jugador, el jugador pierde.
Si las dos cartas son de igual valor, entonces el jugador puede que pierda la mitad de su apuesta (rendirse) o puede elegir ir a la “guerra” contra el crupier y no darse por vencido. Si el jugador decide ir a guerra con el crupier, él/ella tiene que hacer una apuesta igual a la inicial para poder hacer la guerra, por lo que la apuesta total final sería dos veces la inicial. El crupier también igualará la apuesta inicial y la pondrá al lado de la del jugador.
En caso de empate y siempre que no hubiésemos apostado antes por él, ir a la guerra equivaldría al doble o nada que tanto ha aparecido en películas americanas cuando los protagonistas jugaban una partida de poker, pero en este caso si pierdes no sería nada, sería el doble de nada ya que tu pérdida sería el doble de la apuesta inicial. Si no vas a la guerra y te rindes solo perderías la mitad.
Entonces el crupier reparte 3 cartas boca abajo y las 3 siguientes se las da al jugador; luego saca otras 3 y las pone boca abajo y las 3 siguientes se las queda. Si las cartas del jugador tienen más valor que las del crupier entonces el jugador gana la guerra si no la pierde.
De cualquier modo, el ganador de una guerra se lleva todo el dinero y comienza un nuevo juego. Si son de igual valor una vez más, el jugador pasaría automáticamente a ganar la guerra y se le pagaría un bono igual a la apuesta de guerra.
Aunque es un juego muy simple y con poca estrategia, puede llegar a ser muy atractivo a aquellos jugadores que se sienten con suerte y no se quieren preocupar de tanto pensar en números. Tal vez se pregunte: “¿qué es lo que tiene un casino?” Bueno, el casino tiene una pequeña ventaja, aunque si se va a jugar durante un periodo de tiempo no demasiado largo no es necesaria una gran cantidad de suerte para poder salir ganador de la partida.