"El demonio del juego online en Uruguay"

ArticlePhoto

BlackjackDicho mal y pronto: Óscar Coll se ha quedado a gusto. ¿Y quién es este señor? El encargado del Programa de Prevención y Tratamiento del Juego Patológico en Uruguay. ¿Qué ha dicho? Poco menos que acusar al juego online de todos los males que tienen que ver con la ludopatía. La todavía incipiente modalidad de juego en red es para él el mayor de los males. La epidemia que viene.

Sin pretender resultar poco serios. Nada más lejos de la realidad. Y dándole a la ludopatía la importancia que tiene. Que es mucha. Es necesario para dibujar una imagen fehaciente de la realidad, valuar todos los aspectos en su justa medida. El mal uso del juego, por supuesto, puede causar gravísimos problemas personales y familiares. Al igual que el abuso del alcohol o las drogas. No se puede, empero, demonizar a la modalidad online, cuando, en cierto modo, es una recién llegada.

Dicho esto, aquí están las declaraciones que hizo Óscar Coll a Periódico La República:

Asegura este señor (que posiblemente realizará una labor impagable en su asociación) que el 1 % de los casos de ludopatía que se dan en Uruguay tienen que ver con el juego online. Establece este mismo porcentaje en el 18 % en Europa, donde afirma que ya tiene “características de epidemia”. Y alerta de que sucederá lo mismo en su país si no hay “un cambio drástico”. “No quiero ser alarmista”, dice Coll mientras asegura sin ambages que “lo peor está por venir”.

Habla de los casinos online como un problema que llegó sin que se dieran cuenta, pero que todavía están a tiempo de evitar. Apunta que antes el ludópata era un hombre con querencia por “las mujeres, la noche y el alcohol”, pero que ahora son cada vez más los menores con problemas de ludopatía. Otra de las diferencias principales estriba en el sexo, actualmente, sostiene el especialista, hay casi el mismo número de afectadas mujeres que hombres.

menoresPara Coll, la principal razón que lleva a jugar son las dificultades económicas. Según sus palabras, los usuarios de los casinos online tratan de “hacerse ricos con un golpe de suerte”. Teoría, cuando menos, discutible, que pone en entredicho una miríada de estudios realizados al respecto.

La solución, dice, no es la prohibición total, porque ello conduciría al juego clandestino, que formaría una mezcolanza explosiva con “el narcotráfico, la mafia y la corrupción”. Por tanto, lo que habría que hacer es “poner ciertas limitantes”. Aprovecha Coll su perorata para realizar una comparación entre Internet y una aspirina, afirmando que esta segunda tiene poder curativo y es beneficiosa, pero tiene “efectos negativos porque puede generar úlcera u hemorragia”.