Paf financia una investigación sobre adicción al juego
La compañía de juegos finesa Paf, una de las más importantes del mundo, ha financiado, con 320.000 euros, un proyecto de investigación sobre la adicción al juego. Dicho estudio comenzó el pasado 29 de septiembre y se está realizando en el Departamento de Psicología de la Universidad de Estocolmo bajo la supervisión del profesor Per Carlbring.
Daniela Johansson, directora de Juego Responsable de la empresa finlandesa, aseguró que esperan que la colaboración con el centro universitario sueco se dilate en el tiempo, ya que, para ellos, el juego responsable es una de las patas más importantes de su empresa. La Universidad de Estocolmo, como recordó la directora, es una referencia en todo lo que tiene relación con proyectos de investigación de esta índole.
El trabajo escudriñará los distintos sistemas de comunicación que se precisan para que pueda crecer el número de jugadores que, voluntariamente, pueden establecer ciertos límites a la hora de jugar. Es este uno de los principales sistemas para combatir la ludopatía: conseguir que sea el propio jugador el que estatuya una línea que nunca deberá sobrepasar. Y en eso, entre otros muchos aspectos, incidirá el estudio.
También se analizarán los canales que existen para ponerse en contacto precisamente con estos jugadores que pueden estar peligrosamente acercándose a ese punto de no retorno. A la línea que no conviene sobrepasar nunca. Por supuesto no dejarán de lado algo tan básico como la información que se le debe dar al jugador para que este sea consciente que el juego conlleva un riesgo.
Esta última pata del estudio es un mantra repetido en muchos proyectos de investigación de este tipo. Algo tan básico como qué hay que decirle al jugador para que se convenza de que está corriendo un riesgo, pero sin decirle que deje de jugar. Porque el hecho de jugar no es malo per se, lo que está contraindicado es hacer un mal uso del ocio. Es tan básico que parece simple, pero no lo es, ni mucho menos.
Per Carlbring, el docente que estará al frente de la investigación, señaló que está seguro de que los tratamientos online son muy útiles. Recalca, no obstante, que el propósito principal que se debe tener al acometer un estudio como este es lograr un efecto preventivo para, con el tiempo, lograr un descenso en el número de jugadores que necesitan un tratamiento.
Es decir, no tanto saber cómo tratar al que ya está enfermo, sino evitar que llegue a estar enfermo. El fundador de Paf permanecerá al lado del profesor colaborando siempre en la investigación.