Piden crear una quiniela de fútbol infantil en Uruguay

ArticlePhoto Ha entrado en vigor una nueva ley del juego en Chile. En concreto la número 20.856, que llega para sustituir a la 19.995. Y lo más destacado de su contenido es que prorroga las licencias a las siete comunas autorizadas para albergar casinos municipales: Arica, Iquique, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales. Hasta el 31 de diciembre de 2017 se dilatarán las concesiones a estas siete municipalidades. Posteriormente, a buen seguro, se volverá a renovar el permiso.

El propósito es bueno, de eso no hay duda: dar más dinero para fomentar el fútbol entre los más jóvenes y que la gran mayoría no tengan que colgar las botas antes casi de habérselas puesto. El sistema ya cojea un poco más. ¿Crear una quiniela con el fútbol infantil? Son muchos los cabos que hay que atar si finalmente sale adelante.

La propuesta pare del diputado del Frente Amplio Felipe Carballo y se basa en dos ideas principales: la ya comentada y la de repartir los beneficios de las quinielas que van a parar a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), entre esta y la Organización del Fútbol del Interior (OFI), que es el ente que controla el fútbol en las categorías inferiores.

De esta manera, afirma Carballo, el dinero que reciba la OFI se dedicaría a financiar las instalaciones de los clubs que están asociados. Actualmente la OFI es la mayor red deportiva del país charrúa con alrededor de 60.000 niños y 2.000 niñas. Hay 750 clubs, 57 clubs de fútbol femenino, tiene 61 ligas a lo largo de 18 departamentos y compete a cuatro confederaciones.

Muchos de estos niños son menores de 18 años y se ven abocados a dejar el fútbol cuando acaba su época de jugar en las categorías inferiores. Por ello, el objetivo es que este dinero sirva para mejorar las condiciones en las entrenan y juegan estos chavales. Así lo afirmó el presidente de la Comisión Especial de Deporte de la Cámara de los Diputados.

Respecto a la propuesta de crear una quiniela de fútbol infantil, la idea, explicó Carballo, es que todos los beneficios que de esta se obtengan se destinen a fomentar este deporte para los más jóvenes. Sería una quiniela, dice, que no tendría nada que ver con el resto de loterías estatales, con “características populares” y precios muy asequibles y rentables.

Está claro que el objetivo final es realmente plausible y que, como también señaló Carballo, es muy grande el esfuerzo y la labor social que hacen tantos y tantos clubs que, apenas sin ingresos, consiguen que un buen número de niños y niñas tengan un lugar en el que jugar, aprender y crecer. Sin embargo, la propuesta de la quiniela es muy probable que levante ciertas dudas y ampollas. Todo lo que sea relacionar juego con niños se mira con lupa (y es normal), por lo que, si finalmente sale adelante, será después de un laborioso estudio.